20 Capitulo!

Paula sonrió y se acerco a el...
Paula: Te amo, y si quiero!
Peter sonrió: Te amo mas!
Allí fue que se comenzaron a besar con esa pasión que sentían los dos. En ese momento solo existían ellos, no había un mundo de gente, solo había un mundo de ellos, solo ellos dos.
Y la vida les dio una oportunidad mas, mejor dicho el amor les dio una oportunidad mas, para demostrarse todo ese amor que se sienten el uno para el otro.
Ese amor que no morirá jamas, ese amor que tan solo cuando están juntos son uno. Ese amor en la cual se van a respetar y amara como ellos siempre quisieron e hicieron.
Un amor puro, sencillo en el mejor estado.
Ese beso que llego a hacer un poco mas apasionado, esas caricias que hacían que sus cuerpos se prendan fuego y se hagan uno en esa noche que para ellos iba a hacer única.
Peter sin dejar de besarla a Pau, la alzo y fue así que se dirigieron a la habitación.


Ya en la habitación; Peter la recostó suavemente en la cama sin dejar de besar esos labios que a el lo volvían loco.
Ese beso que llevo a no ser solamente en la boca, sino que también en partes de su cuerpo; Primero comenzó con su cuello que sabia que era la debilidad de Paula.
Cada vez que Pedro la besaba en el cuello, ella lo disfrutaba y la volvía cada vez mas loca.
Paula: Sos lo mejor que me paso en este año. (Mirándolo a los ojos)
Peter: Y vos sos la persona que elegí para hacer una familia.
Paula: Soy sola tuya, amor.
Peter: Me lo demostras?
Paula sonrió y comenzó a besarlo, como ella sabia que a el le volvía loca.
Esas bocas se unieron, esas bocas eran para estar juntas toda la vida, esas bocas que cada vez que se unían salían chispas, pero no de fuego, sino de amor y pasión.
Un amor que enciende las venas, hace perder el control.
No resisten mas, son dueños de sus corazones...
Ese amor que eleva hasta el cielo, y los desvela del sueño. Ese amor que la dulce condena para toda la vida.


Después de ese beso, comenzaron las caricias que tomaban mucha intensidad.
Pedro comenzó a levantarle la remera a Paula, y con mucha sensualidad y sin dejar de besarla le saco la remera. Al igual que Paula hizo lo mismo.
Lo mismo hicieron con sus prendas de abajo (Baquero y Pollera, que tenían ellos).
Tan solo quedaban las prendas interiores para poder unirse y hacerse uno esa noche. No dudaron un segundo en sacarse.
Fue así que unieron sus cuerpos. Esos cuerpos que prendían fuego. Esos cuerpos que tanto se extrañaban.
Caricias que prendían fuego, besos con mucha pasión y ternura.
Tan solo ellos disfrutaron esa noche que tanto extrañaban los dos. Esos besos con tanta pasión y ternura, esas caricias, esas salidas y entradas, esas pequeños besos en el cuello que a los dos los volvía locos.


Después de hacer el amor con tanta pasión, se dieron el ultimo beso y se acomodaron para descansar.
Peter: Que descanses mi amor... (Beso en la frente)
Paula: Vos también amor... (Sonríe)


Esa noche fue inolvidable para ellos, las palabras no eran nada a comparación de la demostración que hicieron vivir esa noche juntos.
Las palabras sobran, el amor JAMAS sobra allí.


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